El beso de Judas

El beso de Judas representado por Giotto en la Capilla de los Scrovegni (Padua, Italia).
"El beso de Judas". Anónimo del siglo XII.
Ilustración de 1860.

El beso de Judas, también conocido como la traición de Cristo, es uno de los episodios evangélicos de la Pasión de Jesús, el que da paso al Prendimiento. Es el acto con el que Judas identificó a Jesús ante la multitud con espadas y garrotes que había venido de parte de los jefes de los sacerdotes y ancianos del pueblo para arrestarlo, según los Evangelios Sinópticos. El beso se lo da Judas en el Huerto de Getsemaní después de la Última Cena y conduce directamente al arresto de Jesús por la fuerza policial del Sanedrín.

Dentro de la vida de Jesús en el Nuevo Testamento, los acontecimientos de su identificación ante fuerzas hostiles y posterior ejecución están directamente prefigurados tanto cuando Jesús predice su traición como cuando Jesús predice su muerte.

Según los Evangelios, en el año 33 de la era cristiana, Judas Iscariote delató a Jesús de Nazaret en el Huerto de Getsemaní mediante un beso. Este momento ha sido representado en diversas manifestaciones artísticas, mientras el beso ha simbolizado tradicionalmente a la traición.

Aunque en las obras de arte se representa a Judas dando un beso a Jesús en la cara, la costumbre de entonces era besar a los maestros en la mano. Por otro lado, tanto el Evangelio de Mateo (26:47-50) como el Evangelio de Marcos (14:43-45) utilizaron el verbo griego kataphilein, el cual significa ‘besar tiernamente, intensamente, firmemente o repetidamente’ para describir a Judas dando un beso a Jesús, el mismo que Hechos 20:37, Lucas 7:38 y 45, y Lucas 15:20 emplean para momentos emotivos, como la despedida del apóstol Pablo de los ancianos de Éfeso, la unción de Jesús y el encuentro del hijo pródigo con su padre respectivamente.

Fuera de la literatura bíblica, Plutarco también empleó kataphilein para describir el famoso beso que Alejandro Magno le dio a su eunuco y amante Bagoas.[1]

Además, en el apócrifo Evangelio de Judas (56-57) se da una versión gnóstica de la historia, según la cual fue Jesús quien pidió a Judas que le traicionara: «Tú los superarás a todos ellos. Porque tú sacrificarás el hombre que me cubre (...). La estrella que indica el camino es tu estrella».

  1. Plutarco: «Alejandro» (67), en Vidas paralelas.

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